El transporte de sustancias biológicas es un proceso delicado en el que se pueden poner en riesgo tanto las muestras, como a los profesionales que se exponen a ellas. Es muy importante garantizar un transporte legal en el que se tomen todas las medidas de seguridad.
La información que existe sobre el transporte de sustancias biológicas, puede confundir a los expedidores (responsables del transporte), llevarles a importantes sanciones (según el Baremo Sancionador de julio 2013 del Ministerio de Fomento, última versión V.3.3 25/02/2019) y poner en riesgo a todas las personas que intervienen en el proceso.
Para manipular este tipo de sustancias con total seguridad, es muy importante tener en cuenta la siguiente información:
Las categorías de las sustancias infecciosas
Según la categoría a la que pertenezca la sustancia, hay que proceder con unos protocolos concretos:
- Las sustancias biológicas de categoría A: son todas las sustancias infecciosas que puedan provocar peligro de muerte o incapacidad permanente por exposición.
- Las sustancias biológicas de categoría B: son todas las sustancias infecciosas que no están recogidas en la categoría A, pero pueden causar enfermedades.
¿Cómo transportarlo?
Una vez determinada la categoría, hay que proceder a la clasificación de las mercancías según la ADR 2019 y utilizar un embalaje de envasado triple, que protege las muestras a varios niveles:
- Un recipiente primario estanco con material absorvente en el que se coloca la muestra.
- Un recipiente secundario estanco e impermeable.
- Un embalaje exterior rígido que protege la carga. La normativa establece que ninguna de las caras de esta caja puede medir menos de 10 × 10 cm.
Estas son las normas generales, pero existen exigencias más o menos severas dependiendo del tipo de sustancia que se transporte. Para las sustancias de categoría A, los protocolos son más estrictos que para los de categoría B y se puede exigir un tipo de documentación dependiendo de cada caso.
Responsabilidad del expedidor
Como ya hemos mencionado, el expedidor es el responsable de enviar en perfectas condiciones las sustancias, sin poder trasladar la culpa a cualquier otro interventor en el transporte.
Por ello, debe asegurarse en todo momento de que se cumplen las normas, asesorarse con profesionales y aportar la información necesaria para que los profesionales involucrados en el proceso ejecuten la tarea en las mejores condiciones.