De cara al transporte, la OMS clasifica las materias infecciosas de la clase 6.2 en tres categorías:

1. Categoría A

2. Categoría B

3. Muestra humana o animal exenta

La Categoría B fue creada por el ADR en su edición de 2003, con el fin de homogeneizar y economizar los envíos sin incumplir la normativa, y en ella se incluyen casi todas las sustancias transportadas. Este cambio se debe a que, agrupar todas las sustancias en la misma Categoría A, suponía un esfuerzo logístico muy elevado poco acorde con el riesgo de infección de algunas de las materias.

La mayor parte de las muestras enviadas no suponen un riesgo tan elevado como las que se incluyen en la Categoría A. Sin embargo, al igual que durante una jornada hospitalaria ordinaria se realiza cualquier extracción de sangre, el protocolo es el adecuado para una muestra contaminada (materiales esterilizados de un solo uso que serán destruidos después), la Categoría B lleva aparejadas una serie de medidas que limitan extraordinariamente el riesgo de una infección y son compatibles con el trabajo diario y las limitaciones presupuestarias de los organismos que las gestionan. De este modo, el riesgo existente se puede afrontar con medidas relativamente modestas.

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