Preguntas frecuentes sobre embalaje y transporte de muestras biológicas

Existe una amplia y exhaustiva normativa internacional sobre el embalaje y transporte de muestras. Su desconocimiento por parte de los agentes implicados en estos procesos puede acarrear multas y sanciones y poner en peligro la integridad de las personas expuestas a estas sustancias.

En esta sección trataremos de resolver todas tus dudas sobre estas directrices.

¿Cómo sé si una sustancia se considera infecciosa y en qué categoría se engloba?

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recoge, en su guía sobre la reglamentación del transporte de mercancías peligrosas, un diagrama de preguntas para identificar si una sustancia es considerada infecciosa o no, y, en caso de serlo, a qué categoría debe ser asignada. Puedes consultarla en este enlace.

¿Cómo se clasifican las sustancias según su transporte?

De cara al transporte, la OMS clasifica las materias infecciosas de la clase 6.2 en tres categorías:

  1. Categoría A
  2. Categoría B
  3. Muestra humana o animal exenta

La Categoría B fue creada por el ADR en su edición de 2003, con el fin de homogeneizar y economizar los envíos sin incumplir la normativa, y en ella se incluyen casi todas las sustancias transportadas. Este cambio se debe a que, agrupar todas las sustancias en la misma Categoría A, suponía un esfuerzo logístico muy elevado poco acorde con el riesgo de infección de algunas de las materias.

 

La mayor parte de las muestras enviadas no suponen un riesgo tan elevado como las que se incluyen en la Categoría A. Sin embargo, al igual que durante una jornada hospitalaria ordinaria se realiza cualquier extracción de sangre, el protocolo es el adecuado para una muestra contaminada (materiales esterilizados de un solo uso que serán destruidos después), la Categoría B lleva aparejadas una serie de medidas que limitan extraordinariamente el riesgo de una infección y son compatibles con el trabajo diario y las limitaciones presupuestarias de los organismos que las gestionan. De este modo, el riesgo existente se puede afrontar con medidas relativamente modestas

¿Cómo se clasifican las sustancias según su transporte?

En el caso de transportar sustancias infecciosas, el contenedor debe cumplir con el triple embalaje, que comprenderá las siguientes capas:

  1. Recipiente primario. Un recipiente estanco que contiene la muestra. El recipiente se envuelve en material absorbente suficiente para absorber todo el fluido en caso de rotura.
  2. Envase secundario. Un segundo envase estanco y duradero que encierra y protege el recipiente o recipientes primarios. Se pueden colocar varios recipientes primarios envueltos en un envase secundario, pero se deberá usar suficiente material absorbente para absorber todo el fluido en caso de rotura.
  3. Embalaje exterior.

A cada elemento se le asignará las siguientes propiedades

  • Presión interna: Esta característica puede cumplirla tanto el contenedor primario como el secundario, teniendo la precaución de que si en la certificación es el primario el que la cumple, el proveedor tiene la obligación legal de suministrar también el envase con ese primario, es decir, el embalaje completo.
  • Rígido: o bien el secundario o bien el exterior han de ser rígidos, pero no tienen que serlo ambos.
¿Qué pruebas debe pasar un contenedor?

Los contenedores deben superar unas pruebas estrictas de resistencia, que incluyen pruebas de caída libre desde una altura de nueve metros, de perforación y de resistencia a la presión. El embalaje exterior debe llevar la marca de embalaje tipificada por Naciones Unidas, que certifica la superación por el embalaje/envasado de las pruebas de resistencia a satisfacción de la autoridad competente. Se debe tener copia oficial del acta de dichas pruebas.

Y las muestras de categoría A, ¿en qué embalaje deben transportarse?

Según la Guía sobre la reglamentación relativa al transporte de sustancias infecciosas 2015/2016 de la OMS, las materias incluidas en la Categoría A“son sustancias que se transportan en una forma que, al exponerse a ellas, son capaces de causar una incapacidad permanente, poner el peligro la vida o constituir una enfermedad mortal para seres humanos o animales previamente sanos”. Dentro de esta categoría se incluyen sustancias como el virus del Ébola, el virus de Masburg, Ántrax, el virus de dengue o el virus de Mapucho, entre otras muchas.

Las materias infecciosas de Categoría A solamente pueden ser transportadas en embalajes/envases que cumplan las especificaciones correspondientes a la clase 6.2 de Naciones Unidas y la Instrucción de Embalaje P620, asegurando que han superado pruebas estrictas de resistencia (caída libre desde 9 metros, perforación, resistencia a la presión y de apilamiento). Un aspecto muy importante es que el recipiente primario o el embalaje/envase secundario deberán resistir una diferencia de presión no inferior a 95 kPa. La marca tipificada de las Naciones Unidas no indica que el embalaje/envase haya sido sometido a dichas pruebas, por lo que los usuarios del mismo deberían consultar a sus proveedores si el embalaje/envase cumple dicho requisito.

El sistema de triple embalaje para el envío de sustancias infecciosas de Categoría A consta de tres niveles:

  1. Recipiente primario estanco: Puede tratarse de tubos de muestras, placas de Petri, botes de orina, etc. En caso de contener muestras líquidas, se acompaña de una gradilla absorbente de seguridad que, en caso de rotura, deberá retener la totalidad del líquido transportado.
  2. Envase secundario: Permite introducir varios recipientes primarios con muestras y pueden soportar una presión interna de 95kPa en un rango de temperaturas de entre -40 ºC y +55 ºC.
  3. Embalaje exterior: Incluye elementos de estabilidad para garantizar la correcta posición de los envases secundarios y todos los pictogramas requeridos para su transporte. Debe ser resistente al agua, a la tracción, a los impactos y a los agentes químicos.